Economía

Desaceleración, menor inflación y recortes de tasas: el 2024 que prevé BofA para la economía mundial

Para este año, Bank of America espera que el crecimiento mundial experimente “una ligera desaceleración, seguida de una recuperación gradual en 2025”. Previendo que el mundo tendrá una expansión de su Producto Interno Bruto (PIB) de 2,8% y de 3,0% en 2025.

Por: Amanda Santillán | Publicado: Miércoles 3 de enero de 2024 a las 15:59 hrs.
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Un crecimiento económico ralentizado, pero con una inflación que va a la baja. Ese es el panorama que delinea Bank of America (BofA) para la economía mundial en este 2024. 

En un informe liderado por su economista global, Claudio Irigoyen, el banco estadounidense señala que, mientras el año pasado el mundo tuvo una caída homogénea en su actividad económica, para este periodo “a medida que se asienta el polvo, empezamos a ver una dinámica de crecimiento más heterogénea, incluso si la inflación se mueve más en tándem entre las regiones”. 

Así, espera que después de la expansión registrada de 3% el año pasado, en 2024 el crecimiento mundial experimente “una ligera desaceleración, seguida de una recuperación gradual en 2025”. Previendo que el mundo tendrá una expansión de su Producto Interno Bruto (PIB) de 2,8% y de 3% en 2025.

Sin embargo, esperan una dinámica de crecimiento heterogénea entre regiones. En el caso de las grandes economías proyectan para este año un alza de 1,4% para Estados Unidos, de 0,5% en la Eurozona y de 4,8% para China. Para los mercados emergentes la proyección es de 4,2% y de 1,8% para América Latina. 

Al contrario, esperan que el comportamiento de la inflación sea similar entre las economías desarrolladas y emergentes, impulsado por una disminución en la estrechez de las condiciones financieras y de las perturbaciones de la oferta; además de observarse una caída de los precios de los bienes más rápido que la de los servicios. 

En el caso de la Reserva Federal de EEUU y el Banco Central Europeo proyectan que inicien sus ciclos de relajación en junio de 2024, algo que también se traduciría en recortes en los bancos centrales de mercados emergentes.  Por su parte, esperan que China tenga mejoras en su deflación debido a las mejoras en la dinámica de la inflación gracias a la política gradual de estímulo.

“Una de las cuestiones más importantes para los próximos 3 a 5 años es si volveremos al nivel de tasas de interés observado antes de la pandemia, o estamos en un nuevo régimen de tasas de interés más altas”, indica el informe. 

Para la economía mundial proyectan una inflación promedio de 3,1% para 2024, en el caso de Estados Unidos sería de 2,8%, Eurozona de 2,6% y China de 0,4%. En el caso de mercados emergentes estiman de 3,3% y para América Latina sería de 3,8%. 

¿Qué esperar para EEUU y China?

Para EEUU el nuevo escenario que perfila BofA es de un aterrizaje suave, con crecimiento positivo pero todavía por debajo del potencial durante los próximos seis trimestres. En este, también figura el recorte de la tasa en 25 puntos base por trimestre hasta alcanzar una tasa terminal del 3% en 2026.. 

La resistencia del consumo, un fuerte impulso fiscal y la solidez de la inversión, ayudada por una legislación favorable, explican el rendimiento superior. En comparación con la zona euro o China, la confianza de los consumidores y las empresas es mucho mayor, lo que también nos ayuda a comprender la dinámica del consumo y la inversión”, explica Irigoyen. 

Sin embargo, el “balance más débil” estaría en el aumento de la deuda pública, que en conjunto con el déficit fiscal estarían presionando las tasas de interés y desplazando la inversión privada. “Cuando hablemos de los límites de la política fiscal, la dinámica de la deuda no es sostenible con el nivel actual de las tasas de interés, a menos que se lleve a cabo una consolidación fiscal significativa más adelante”, señalan.

En el caso de China, se espera una ralentización del crecimiento y apoyo político adicional de carácter fiscal, que se suman a las medidas de relajación monetaria y ajustes de la regulación con el objetivo de estabilizar los precios inmobiliarios y el consumo. 

“China se enfrenta a un importante reto en materia de confianza pública, que puede apreciarse tanto en las métricas de los consumidores como en las de las empresas, unido al envejecimiento de la población y a un desempleo juvenil sin precedentes”, apuntan. 

Tras la crisis de la inversión inmobiliaria, BofA insta que a medio y largo plazo, el gigante asiático deberá adoptar un enfoque múltiple y transitar hacia un nuevo modelo de crecimiento. Aunque advierten que “un retraso prolongado en las medidas políticas podría desviar al país de su senda de crecimiento potencial”. 

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